jueves, 25 de febrero de 2010

VIVIR LA MARATON DE BARCELONA'2010

Creo que puede ser interesante compartir este email que un servidor ha mandado a sus clientes:

Qué tal go's?
Cuando tengáis un ratillo, si os apetece os podéis léer este email con tranquilidad, trata sobre mi experiencia de una vida entera en los temas de motivación, fuerza mental, el poder es querer o como lo queramos llamar. Creo que hay mucha controversia de algo muy sencillo y que tanto mi experiencia como los libros dan fe de ello. Como todo en la vida, si no se experimenta serán palabras que se lleve el viento.
Digamos para empezar que querer entrenar algo, la mente (pensamientos), que nadie ha demostrado que existe, ni de donde viene, ni donde se localiza, parece algo complicado, todo sería mucho más fácil si fuéramos conscientes que para correr, no hay que hacer absolutamente nada, tan sólo hacer la acción en la que estamos inmersos, conectados íntimamente con nuestro cuerpo.
La creencia de esta sociedad en la ley del esfuerzo, donde toda victoria debe causar sufrimiento y el creer que nuestros pensamientos nos guian, hace que sean estos mismos, los que nos impidan escucharnos verdaderamente, y nos aleja muchas veces de nuestras necesidades reales.
Para alcanzar ciertas cosas debe haber fases de esfuerzo, de sacrificio, no obstante siempre serán gratificantes. Debemos ser conscientes de que cada pensamiento que se nos pasa por la cabeza en ese momento que es correr, nos aleja de esa propia acción, de sentir cada paso, de estar centrados en el presente, desde donde actuaremos por instinto, pase lo que pase, tendremos el control y más energía disponible...flotaremos. Dependiendo del tiempo que hayamos estado presentes durante los 42,195 kms nos acercará más o menos a la excelencia en la maratón y lo podemos trasladar a cualquier faceta de la vida.
Y qué podemos hacer?
Pues por de pronto saber cuáles son nuestras carencias y ser conscientes donde estamos para restablecer esa conexión de que he hablado. Si seguimos pensando la manera de hacer las cosas, no estamos enfocados en la acción que hagamos. Aunque los intentos siempre nos llevan a algún sitio.
Un ejemplo, si observamos a un niño de 4 años mientras corre, está sintiendo su cuerpo, y en el momento de correr su mente pone atención en el puro placer de correr, y no le perturban pensamientos de llegaré, estoy cansado, qué esperan de mi, tengo hambre, qué frío o calor hace, qué bueno soy, o mil imágenes...da todo lo que puede hasta que se cansa y para.
Igual que el niño, debemos vivir ese momento, nuestros pasos, nuestra respiración, y que aparezca otro tipo de mente que la que usamos normalmente, la intuitiva y la verdaderamente inteligente.
Cómo es posible ir a 200 pulsaciones y tener el control de vivir el momento sin estresarse por el objetivo? No es fácil, es un entreno diario, lo que se, es que las cosas salen muchísimo mejor cuando lo hacemos de esta manera, no hay apego en el objetivo, hacemos las cosas disfrutando, sintiéndolas. De esta manera tomaremos las decisiones más sabias, tanto si tenemos que aumentar el ritmo, bajarlo, plantear nuevos objetivos dentro de la maratón, porque podremos gestionar sabiamente ese momento, no estaremos atados.
Esto es el primer paso...
Al mismo tiempo que sentimos todo eso, nuestro cerebro con más descansos, va ganando en destreza e imaginación. Es entonces, y no antes, cuando automáticamente empezaremos a VISUALIZAR metas. Sin una limpieza anterior se hace sumamente complicado querer visualizar cosas sin que nuestros miedos, temores, subidones, nos lo anulen y la emoción de conseguir algo sea saboteada en cuestión de minutos. Una visualización es algo objetivo, es observarte a ti mismo logrando tus metas. Disfrutando de ese momento. Si logramos emocionarnos de esta manera, y sabiendo que nuestra mente no distingue entre lo real y lo que vemos en imágenes, estaremos acercandonos a pasos agigantados a aquello que visualizamos.
El cuerpo es muy pero que muy sabio, y sólo es posible una visualización que se acerque a una realidad, cuando hemos alcanzado un estado de forma óptimo. Es difícil engañarnos, no somos tontos, si no somos capaces de vernos del todo, de sentir que eso que imaginamos es real, es que nuestro cuerpo nos transmite a través de nuestra intuición que en ese momento no estamos preparados. En estos casos tanto la euforia como la depresión son una muestra de que todavía no ha llegado el momento de aquello que nos proponemos. Debemos de ser realistas en ese momento.
Esto lo he experimentado en algunas competiciones de ciclismo y era como si estuviera viendo una película que antes había imaginado, algo que los psicólogos deportivos enseñan a los deportistas de élite.
Cada uno de vosotros, aunque no seáis conscientes, aplicáis todo esto en mucha ocasiones, y una vez más lo haréis en la maratón de Barcelona. Sabiendo que vuestra preparación ha sido excelente, pasemos a ocuparnos cuando llegue, en vez de preocuparnos fuera del tiempo presente.
Un abrazo y muchísima fuerza!!!!
Gracias
Víctor GO!