viernes, 14 de marzo de 2014

LUZ AL FINAL DEL TUNEL

Desde hace unos cinco meses  mi salud se fue deteriorando, sin una causa aparente. Insomnios, jaquecas, dolores musculares, estomacales, etc., me dejaron bajo mínimos y por supuesto sin poder realizar nada de running. Seguir con el ritmo de trabajo y demás, ha sido durante este tiempo una auténtica quimera.
Finalmente, todo apunta a que el estrés, aceleró una infección odontológica y ya puesto en tratamiento, me he ido recuperándome poco a poco. Demasiado tiempo de sufrimiento físico y mental, para que no sean sólo palabras el dicho que la salud es el bien más preciado que tenemos.
La verdad es que ha sido muy emotivo poder volver a correr, aunque sean 2 o 4 kms, sin tener esa sensación de ahogo y dolores articulares.
Ahora que se acerca la maratón de Barcelona, me gustaría aconsejar en mi línea de siempre, que los retos personales son importantes, que nos divierten, entretienen, pero siempre debe ser algo positivo. El ser humano es inconformista de naturaleza, y siempre queremos más. Si estamos bien de salud, queremos marca, si la conseguimos, pues a por la siguiente, y así en todos los ámbitos de la vida, hasta que tenemos un percance y nos sobreviene la humildad, volviendo a valorar las cosas realmente importantes.

Casualidades de la vida, se cruzó en mi vida una mujer llamada Salud, que ha sido mi motor durante estos meses, me ha cuidado, me ha apoyado, se ha preocupado por mi, me ha llenado de autoestima, me ha aportado mucha tranquilidad, y ha sido compañera, amiga, amante y confidente. Una luchadora al igual que yo, y espactacular madre, que espero que la vida sea justa con ella y le devuelva con creces lo que es capaz de dar.