jueves, 27 de mayo de 2010

LO PROMETIDO...parte 1ª

Pues al hilo del último video que he colgado, os dije que os contaría unos secretillos de aquella etapa y como pudieron influir en mi futuro de corredor.
Estos videos que es el único recuerdo que tengo gracias a mi padre, me han hecho salir del armario...metafóricamente. Tampoco pretendo justificar ni tirar el balón en la azotea de nadie, pues pienso que todos haciamos nuestra labor lo mejor que podíamos.
Os pongo en antecedentes pues creo que es la primera vez que hablo sobre mi y sobre mi época de ciclista y espero que pueda servir a alguien...
Sobre el año 1989 era el ciclista con futuro más prometedor, al menos para los directores españoles, que digamos eran los que pagaban y los que debían entender del asunto. Decidí marchar del Banesto, porque de las 5 ofertas que tenía, el Clas daba la oportunidad a mi hermano de subir a profesionales. En Banesto en el segundo año que firmé por ellos y después de mi gran actuación de neoprofesional, me habían hecho una revisión del contrato...A LA BAJA... si, espectacular, lo contare otro día... Lo cual contribuyó a que intentara buscar un equipo que demostrara en un contrato que me querían de verdad y no eran sólo palabras lo de ser el sucesor de Delgado. Finalmente todos accedieron a pagarme lo que pedía pero ya me decidí por el equipo de la tierra de Asturias.
No contaré muchas más cosas, pues hay blog y días para largo, me ceñiré a esa etapa...
Yo sabía que era de los mejores ciclistas de España y así lo había demostrado en los años anteriores y el hecho de estar entre los grandes era lo que solía pasar cada vez más a menudo. Eran los inicios de temporada, y las cosas comenzaban a funcionar. Estaba contentísimo de mi actuación ese día.
Una vez de vuelta al coche, recibí la felicitación del director, a lo que añadía unas palabras que me dejaron frío... "Sólo has hecho 5º, con lo que cobras, se espera que ganes..."
Entiendo que esa persona hacia su función, como cualquier directivo en cualquier empresa, pero hasta entonces sólo había oído palabras amables de mis antiguos directores, y mi única dedidación profesional había sido el ciclismo por lo que desconocía la realidad de lo que he vivido estos últimos años en mi actividad laboral, y que vienen a ser más de lo mismo. LAS COSAS SE HACEN POR LA PASTA, SIEMPRE ES EL FONDO.
Mis charlas siempre apuestan por el calor humano ante las adversidades y los ánimos continuos de los que son responsables de las empresas. Desde luego, actuar también con firmeza si es necesario corregir actitudes.
En mi caso, fue una etapa que luché de principio a fin. Hacia dos años, con un ataque impresionante que realicé a escasos dos kms de meta sufrí una aparatosa y tonta caída al salirme el calapié... y ya le tenía ganas a esa etapita, además de contar con el apoyo de una afición que por ser mi residencia habitual era bastante popular.
Mi mensaje es que no debemos creernos todo lo que nos dicen... los comentarios positivos aunque a todo el mundo gustan, no tienen la misma repercusión que cualquier crítica que aunque esté hecha de buena fe no sea un halago.
Y esto es lo que he interiorizado en mis últimos años, que lo importante no es como salen las cosas, sea ganar o perder, conseguir las metas que uno quiere o buscar nuevas cuando éstas no son factibles, sino la huella que dejan en nosotros para futuras actuaciones.
Esos miedos que empiezan a apoderarse de cualquier persona gracias a millones de experiencias diarias, hacen alejarnos de algo tan maravilloso como es vivir cada segundo de nuestras vidas, pues se deshace la espontaneidad de las acciones y son sustituidas por los análisis propios para evitar el daño de ese que nos protege tanto llamado "ego" y que tan infelices nos hace.
Quiero decir que no dejemos que la pasión nos sea robada por nadie y que sea cada uno con una visión lo más amplia posible el que se observe a cada segundo, y ser el único que mueva sus hilos.
Hay muchas personas que se disfrazan de padres y sus únicas críticas siempre son mordaces, con el fin de que así nos superaremos. Supongo que si sus hijos reciben la misma educación y el mismo cariño, harán lo propio con sus descendientes, y así uno se puede explicar las caras que veía cada día a las 8 de la mañana en las caravanas camino de Barcelona, la de un servidor incluída...