Me pregunto a veces qué significado tiene en mi vida el ser capaz de correr una maratón, 100 kms o hacer un Ironman, Ultraman y todo lo que se tercie.
El dejar de competir hace unos meses fue una decisión que cayó por su propio peso. Toda una vida dedicada al deporte profesional o amateur,en el caso del atletismo, te hace poner condiciones a la hora de salir a correr. Y es que es muy complicado ganarse el pan, y a la vez disfrutar. Disfrutar laboralmente en tu empresa y no traer dinero a casa no tendría mucha lógica.
Si lo traslado a mi faceta de popular, no identifico el hecho de ir más deprisa, hacer cientos de kilómetros, o cualquier tipo de retos, con una mejora personal.
Me explico, quizás en un primer momento el hecho de saber qué has sido capaz de correr una maratón o cualquier prueba de larga distancia o cualquier prueba física en general, nos da una inspiración para creer más en nosotros mismos y generar esa autoconfianza que muchas veces se ha perdido.
Pero como todo, el hecho de intentar repetir las mismas sensaciones nos puede llevar a algo que se suele llamar "apego", y que es una de las causas de tantas insatisfacciones en el interior de las personas.
Creo personalmente que hay que disfrutar el momento, dejarlo ir, y volver a despertarse con una mente fresca, que no sea producto de la memoria ni del conocimiento. De esta manera todo vuelve a tener la frescura de la primera vez... Fácil de decir y explicar, otro tema es aplicarlo...
La alegría interior va más allá de hacer cosas externas, primero uno está en equilibrio y las cosas o retos que se monta, son una parte de la función y nunca el centro.
Bueno, siempre hablo desde mi visión personal, pero intento ver las cosas en toda su amplitud, y transmitirlo en mi empresa.
La cosa no está fácil, hay una crisis, y así seguirá hasta que no haya un cambio. En analogía, el boom fué debido a querer hacer mil maratones, sin pararse a saborear las que se iban consiguiendo. Seguramente no se hubieran hecho tantas...si hubieramos disfrutado ese momento y dejarlo ir sin más, sin querer repetir y aumentar las experiencias "agradables". Quiero decir que si no valoramos que podemos respirar cada mañana, ni que podemos llenar el carro de la compra, ni que tenemos medio de desplazamiento propio y así sucesivamente, será imposible que podamos alcanzar cimas mayores.
