martes, 8 de febrero de 2011

LA MENTE QUE YO CONOZCO

Se suele decir que usamos un porcentaje muy pequeño de nuestra mente y que hay un potencial "oculto" por descubrir. Se ha escrito y practicado mucho sobre este tema con psicólogos y diferentes profesionales, que han llevado varias herramientas a la élite del deporte.
Por otro lado hay muchos libros que no dejan de sorprenderme por afirmar que podemos conseguir todo lo que soñemos, sea lo que sea. Como evasión y pasatiempo puede evadir y funcionar un tiempo, pero en la vida real y en el deporte de alto nivel, tenemos unos límites, sobretodo cuando hay miles de personas que queremos lo mismo. Hay ciclistas superpreparados a todos los niveles que jamás ganarán un Tour, o atletas buenísimos que no llegarán a bajar de 2h04' en maratón y es que los límites existen por mucho que le dediques tu vida, tu físico y tu mente.
Me acuerdo de comentarios del bueno de "Lejarreta" cuando le preguntaban ¿Cómo estás? El contestaba..."cuando empiece el puerto lo sabré". Parecía quizás un poco simple la respuesta y le he dado muchas vueltas, unas veces a favor y otras en contra, pero finalmente parece que es una respuesta que vive el momento y que esa motivación deportiva que tan de moda está y que "autoexige" una seguridad, no iba con él. Y puedo asegurar que no era falsa modestia o una forma de quitar presión. Un ciclista se llevaba tantos desengaños físicos, que acababa por salir  a darlo todo sin decir esta boca es mía.
La fórmula para mi es clara: GENETICA + cuidados personales+ entreno + mente da una potencia de X caballos. La genética cuyo porcentaje es el más elevado, no deja de ser una constante que no varía, por lo que la lucha por un segundo viene de cuidarse más, intentarlo más que el otro, entrenar adecuadamente y tener una mente de hierro.
Y una cosa es jugarte el pan y luchar contra los demás y otra el deporte popular donde se trata de ver si podemos cubrir una distancia en un tiempo asequible por nosotros, y aunque cuesta muchísmo esfuerzo, sólo luchamos con nosotros mismos.
Parece que en esta sociedad nadie quiere ser un don nadie, y esa clase de mensajes de "tú puedes" nos hacen tener esperanza sobre qué llegaremos a ser alguien en esta vida si nos focalizamos en un objetivo. La falacia o truquito es habernos hecho pensar que sólo llegaremos a ser alguien si alcanzamos un éxito deportivo, social y económico.
Yo me digo a mi mismo, si, tengo límites, faltaría más, y tengo más facilidad en hacer ciertas cosas que otras, que mi mente no es capaz de todo, al menos la que yo sé usar, aunque para mi es suficiente disfrutar con los míos, y que soy un ser humano con muchímos defectos y las virtudes las deben decir otros.