viernes, 20 de marzo de 2009

RESPETO, SABIDURIA Y DE FINDE A PORTUGAL

El RESPETO es otra de tantas virtudes que no se pueden mensurar en los laboratorios y que es invisible. Por tanto, como no hay un termómetro que nos haga ver tal como somos, seguimos en nuestro mundo cerrado.
Para mi el respeto empieza por uno mismo. Cuando uno es capaz de respetarse en el sentido amplio de la palabra comprende que todo lo que hay a su alrededor merece la misma suerte. Y para eso hay una tarea que podemos practicar. Y es ponernos siempre en la piel de los demás antes de emitir juicios. Tal vez entender que nuestros juicios, son como lo de los demás. Dependen de lo que hemos vivido y de nuestros patrones mentales.
Pongamos un ejemplo, cuando decidimos tener hijos, creemos que estamos capacitados y los educamos de la mejor manera que sabemos. Los enjuiciamos e intentamos conducir a nuestra manera... y que nadie intente decir a un padre como se educa a su hijo que sabrá lo que es bueno. Pero se puede mejorar? Todo en esta vida se puede y debe mejorar. Y a la vista está si nos damos un paseo observando nuestro alrededor que algo falla. Lo primero que entiendo en mi caso, es que mis hijos son una fuente inagotable de sabiduría, de cariño y de amor. Vienen a hacernos la vida más fácil, a que nos metamos en su mente y volvamos a ser como niños. Quieren ayudarnos, a quitarnos los rencores, los odios y miedos, y nos lancemos por el tobogán como ellos. Debemos guiarlos a hacer las cosas mejor, hablo de las cosas que entendemos nosotros sobre la educación... aprender a comer, ir al colegio diariamente, escuchar... con la sabiduría suficiente para que ni siquiera se den cuenta que reciben órdenes. Para ello, lo primero es verlos con el RESPETO que merecen. Luego vendrá todo lo demás.

Esta entrada viene al caso porque somos personas que con el afán de preocuparnos por los demás acabamos implantando nuestros miedos y no dejamos volar la imaginación a los demás, ni salir de donde están en el caso de que quieran salir. Con la mejor de las intenciones, queremos hacerlos igual que nosotros porque es la forma de vivir que hemos aprendido, aunque esa falta de respeto no es más que una falta de fe en nosotros mismos exteriorizado en las otras personas. "Yo estoy en una cárcel y no creo que tú puedas salir porque yo no veo la salida". Respetemos que los demás si la puedan ver, porque es la única salida en pos de una vida mejor.
Los grandes avances de la Humanidad los debemos a gente que rozaba la locura y que no se dejaron influir por las opiniones ajenas. Y que decían cosas tan grandes como "la imaginación supera al conocimiento" Einstein.
El respeto, el amor, la compasión, las relaciones humanas,escuchar... son asignaturas que no entran a formar parte de ningún estudio académico, pero que son las que mueven el mundo y los negocios. Y de poco serviría que entraran a formar parte de los estudios, porque la vía de estas virtudes no es el CONOCIMIENTO, sino la EXPERIENCIA. Esta es la única que nos puede llevar a conocernos a nosotros mismos en pura esencia, y que no puedes plasmar en ningún libro, pues la experiencia de otra persona será en esencia la misma, pero lo explicará de diferente manera. Nos pueden dar pistas sobre como empezar pero cada camino es diferente.
Y hoy marchamos a Portugal para correr la media maratón de Lisboa. Después de emplearme a fondo en la maratón de Barcelona y también la semana pasada que hice tercero en la media del Maresme, debo meditar como enfocamos esta carrera.

Algunas citas sobre lo que he comentado
Las cosas humanas necesitan ser conocidas para ser amadas; las divinas necesitan ser amadas para ser conocidas. San Pío de Pieltrecina
La mejor sabiduría que existe es conocerse a sí mismo. Galileo Galilei
Nada hay tan difícil como conocerse a sí mismo. Thales de Mileto
El conocimiento se adquiere por medio del estudio; la sabiduría, por medio de la observación. Marilyn vos Savant
Conocemos más los libros que las cosas, y el ser sabio consiste en saber cosas y no libros. Jaime Balmes
Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida. Einstein