jueves, 22 de mayo de 2008

VIAJE A PRAGA

A buen seguro que mi blog cada vez tiene menos adeptos al running "puro y duro" ya que admito que desde hace 8 meses mi vida dió un cambio de 180º, y ahora mi lucha es por volver a encontrar el equilibrio. Quiero decir que mi reloj se paró hace mucho tiempo y que los conceptos cambiaron, el vivir para trabajar por el trabajar para vivir. Pero todo va muy lentamente y para estar al frente de mi grupo de entrenos debo de estar motivado para ello, pues de lo contrario no tiene sentido.
Pues bien, el viaje a la maratón de Praga, dio el encaje definitivo a las piezas del puzzle. Nos juntamos 4 personas con edades y profesiones muy diferentes pero con un mismo fin en la vida: ser felices y para ello habían optado por dar un cambio laboral importante en sus vidas para tener tiempo para ellos y sus familias. Poseer menos, para tener más riqueza espiritual.
Ver que un doctor, un trabajador de un banco y un currante, pensaban como yo, da moral y te das cuenta, como ya suponía, que no estaba solo. Y no se trata sólo de predicar sino de obrar conforme a lo que piensas, pues no he encontrado a nadie que me niegue esto, pero pocos que se miren a si mismos y vean en qué parte están del camino.
Aparte de ello, Antonio Rivas de Praga, me dió el golpe definitivo de fe, para luchar en la vida con dignidad y sin rencores.
Pues con todo ello, la maratón fue un dulce paseo, después de la neumonía, acabando con 2h44'. No creo que hubiera podido bajar más de 2-3' yendo a morir. Hay diferencia de ir a 3'21'' a 3'52'', pero ni comparación las sensaciones de felicidad de una con otra. Lo ideal hubiera sido ir a 3'21'' y ser feliz, pero casi siempre si nuestro deseo es algo material (aunque no sea malo como una marca), siempre es a costa de las cosas importantes de la vida.
Bueno, pues, ya han pasado dos semanas, mis ganas de entrenar no son voraces, pero soy capaz de hacer 3-4 días por semana (30-40 kms) sin mucho esfuerzo. Más kms, de momento, ni hablar. Necesito de las tiradas con mi grupo de Berlin para ponerme en forma...

Pues nada más, en esta vida si tienes un sueño, que sea humilde, que sirva para hacer más felices a los tuyos y que se relacione con el amor, hay que luchar hasta el fin de la vida por ello. Cueste lo que cueste.
Y el mío, aunque mucha gente me trate de loco, o mire para el otro lado, es volver a estar con la mujer que seguiré amando toda mi vida junto a mi niña. Y si Dios quiere, tener otro hijo.
Es lo único que me da fuerzas para levantarme cada día e ir a trabajar. Y si algo he aprendido en esta vida, es a tener paciencia, otro de los dones que ya no existen. Lo queremos todo y al momento...

Gracias, muchachos.